Tendía a caminar con sus 4 extremidades, las manos y los pies se endurecieron debido a la formación de la cicatriz que actuaban como sus cascos. Podía comunicarse con las cabras y no podía aprender el lenguaje humano.

Después de ser encontrado, los Andes Goat-Boy fue investigado por un equipo de la Universidad de Kansas y lo nombró a Daniel.