lunes, 20 de enero de 2014

Herencia y ambiente en la inteligencia

La herencia en la inteligencia:

Según diferentes estudios, los genes parecen tener una influencia mayor sobre la inteligencia general. Muchos genes se combinan pare crear una influencia general sobre la inteligencia, cada uno aportando una pequeña influencia. Lo que hacen los genes es establecer un rango de posibles reacciones ante una gama de experiencias posibles.

No existe ninguna evidencia que indique que las diferencias intelectuales entre razas y culturas se deba a los genes y no al ambiente. En cambio, sí existe evidencia de una fuerte influencia genética en las diferencias intelectuales en personas pertenecientes a un mismo grupo.

La herencia familiar parece ser más importante a medida que la gente envejece. Es decir, el ambiente familiar ejerce una mayor influencia en los niños más pequeños, mientras que los adolescentes son más capaces de desarrollarse y orientar sus vidas en función de sus propias capacidades e intereses innatos. Así, los jóvenes buscan desenvolverse en aquellos ambientes que son compatibles con su herencia genética. Esto explica por qué gemelos idénticos criados separados acaban pareciéndose entre sí.

Cerca del 50% de las diferencias en inteligencia en las personas de un mismo grupo, se debe a la herencia y el 50% restante al ambiente

 El ambiente en la inteligencia:

ANN ARBOR, Michigan.— Las condiciones ambientales son mucho más poderosas que la influencia genética en la determinación de la inteligencia, según el psicólogo social Richard E. Nisbett.
Según Nisbett la investigación más reciente en psicología, genética y neurociencias, y los nuevos estudios sobre la eficacia de las intervenciones educativas, han mostrado que los factores ambientales, que nada tienen que ver con los genes, afectan poderosamente la inteligencia. Nisbett analiza un gran número de tales estudios y demuestra cómo el ambiente influye no solo el cociente intelectual medido por las pruebas estandarizadas, sino también los logros reales.
“Cuando uno cree que la inteligencia está bajo su control, y tiene padres y madres que exigen logros, puede lograrse maravillas”, escribe Nisbett. Por ejemplo, los altos logros académicos y profesionales de asiáticos y judíos no se deben a cocientes intelectuales más elevados, sino a los valores familiares que enfatizan las conquistas y los logros intelectuales, y a culturas que enfatizan el trabajo duro y la persistencia.
Del mismo modo Nisbett señala que los genes no desempeñan un papel en las diferencias de cociente intelectual entre negros y blancos. La clase social y las diferencias entre esos grupos comienzan temprano en la infancia y se combinan con factores de vecindario, cultura y educación que ensanchan esa brecha.
“Necesitamos una educación intensiva en la primera infancia para los pobres y visitas hogareñas que enseñen a las familias cómo pueden alentar el desarrollo intelectual”, escribe Nisbett. “Tales esfuerzos pueden producir ganancias enormes e inmediatas en el cociente intelectual, y ganancias enormes de largo plazo en los logros académicos y ocupacionales. Los programas de escuela elemental y secundaria muy ambiciosos también producen avances enormes en los logros académicos. Y una variedad de intervenciones simples y sin costo adicional, incluido en especial el convencer, simplemente a los estudiantes de que la inteligencia está en gran medida bajo su control, pueden haber una gran diferencia en los logros académicos”.
La pobreza está vinculada con muchos factores ambientales de naturaleza biológica y social que disminuyen el cociente intelectual y los logros académicos. Estos factores incluyen la mala nutrición, cuidado médico inferior, baja tasa de amamantamiento y estilos de crianza de hijos que son menos cálidos y dan menos apoyo que los de familias con un status 
socio-económico más elevado. No es sólo que a muchos negros les afectan estos problemas, señala, sino que ellos también bregan con estereotipos y prejuicios que intensifican las deficiencias en su desempeño.
Nisbett señala varios programas de intervención educativa que han probado su eficacia para estrechar la brecha racial y socio-económico en los logros escolares. 
Uno de los ejemplos de esto son los gemelos univiterinos, cuando son separados al nacer y viven en diferente ambiente sus logros son distintos, esto se debe a la diferencia de familias, lugar y educación. Es decir aun que tienen los mismos genes el ambiente los condicionan.






REALIZADO POR:
Lidia Fernández Chaves
Daniel Caballero Rivera

1 comentario:

  1. NO hay diferencias intelectuales entre razas y culturas, lo que hay es unos humanos que viven en el frío polar y han tenido que "espabilarse" para no morirse de frío, y otros humanos que viven en el cálido ecuador y trópicos y con tenderse bajo un árbol a dormir ya tienen bastante, eso es todo. Todos los seres humanos somos iguales en inteligencia.

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