El sistema de Skinner al completo está basado en el condicionamiento
operante. El organismo está en proceso de “operar” sobre el
ambiente, lo que en términos populares significa que está
irrumpiendo constantemente; haciendo lo que hace. Durante esta “operatividad”,
el organismo se encuentra con un determinado tipo de estímulos,
llamado estímulo reforzador, o simplemente reforzador. Este
estímulo especial tiene el efecto de incrementar el operante
(esto es; el comportamiento que ocurre inmediatamente después del
reforzador). Esto es el condicionamiento operante: el comportamiento es
seguido de una consecuencia, y la naturaleza de la consecuencia modifica
la tendencia del organismo a repetir el comportamiento en el futuro.”
Imagínese a una rata en una caja. Esta es una caja especial (llamada,
de hecho, “la caja de Skinner”) que tiene un pedal o barra en una pared
que cuando se presiona, pone en marcha un mecanismo que libera una bolita
de comida. La rata corre alrededor de la caja, haciendo lo que las ratas
hacen, cuando “sin querer” pisa la barra y ¡presto!, la bolita de
comida cae en la caja. Lo operante es el comportamiento inmediatamente
precedente al reforzador (la bolita de comida). Prácticamente de
inmediato, la rata se retira del pedal con sus bolitas de comida a una
esquina de la caja.
Un comportamiento seguido de un estímulo reforzador provoca
una probabilidad incrementada de ese comportamiento en el futuro.
¿Qué ocurre si no le volvemos a dar más bolitas
a la rata?
Aparentemente no es tonta y después de varios intentos
infructuosos, se abstendrá de pisar el pedal. A esto se le llama
extinción del condicionamiento operante.
Un comportamiento que ya no esté seguido de un estímulo
reforzador provoca una probabilidad decreciente de que ese comportamiento
no vuelva a ocurrir en el futuro.
Ahora, si volvemos a poner en marcha la máquina de manera que
el presionar la barra, la rata consiga el alimento de nuevo, el comportamiento
de pisar el pedal surgirá de nuevo, mucho más rápidamente
que al principio del experimento, cuando la rata tuvo que aprender el mismo
por primera vez. Esto es porque la vuelta del reforzador toma lugar en
un contexto histórico, retroactivándose hasta la primera
vez que la rata fue reforzada al pisar el pedal.
Modelado
Una cuestión que Skinner tuvo que manejar es la manera en que
llegamos a fuentes más complejas de comportamientos. Respondió
a esto con la idea del modelado, o “el método de aproximaciones
sucesivas”. Básicamente, consiste en primer lugar en reforzar un
comportamiento solo vagamente similar al deseado. Una vez que está
establecido, buscamos otras variaciones que aparecen como muy cercanas
a lo que queremos y así sucesivamente hasta lograr que el animal
muestre un comportamiento que nunca se habría dado en la vida ordinaria.
Skinner y sus estudiantes han tenido bastante éxito en enseñar
a animales a hacer algunas cosas extraordinarias. Mi favorita es aquella
de ¡enseñar a las palomas a tirar los bolos!.
Una vez utilicé el modelado en una de mis hijas. Tenía
tres o cuatro años y tenía miedo de tirarse por un tobogán
en particular. De manera que la cargué, la puse en el extremo inferior
del tobogán y le pregunté si podía saltar al suelo.
Por supuesto lo hizo y me mostré muy orgulloso. Luego la cargué
de nuevo y la situé un pie más arriba; le pregunté
si estaba bien y le dije que se impulsara y se dejara caer y luego saltara.
Hasta aquí todo bien. Repetí este acto una y otra vez, cada
vez más alto en el tobogán, no sin cierto miedo cuando me
apartaba de ella. Eventualmente, pudo tirarse desde la parte más
alta y saltar al final. Desdichadamente, todavía no podía
subir por las escaleritas hasta arriba, de manera que fui un padre muy
ocupado durante un tiempo.
Este es el mismo método que se utiliza en la terapia llamada
desensibilización sistemática, inventada por otro
conductista llamado Joseph Wolpe. Una persona con una fobia (por ejemplo
a las arañas) se le pedirá que se sitúe en 10 escenarios
con arañas y diferentes grados de pánico. El primero será
un escenario muy suave (como ver a una araña pequeña a lo
lejos a través de una ventana). El segundo será un poquito
más amenazador y así sucesivamente hasta que el número
10 presentará algo extremadamente terrorífico (por ejemplo,
¡una tarántula corriéndote por la cara mientras conduces
tu coche a mil kilómetros por hora!. El terapeuta luego le enseñará
cómo relajar sus músculos, lo cual es incompatible con la
ansiedad). Después de practicar esto por unos pocos días,
vuelves al terapeuta y ambos viajan a través de los escenarios uno
a uno, asegurándose de que estás relajado, volviendo atrás
si es necesario, hasta que finalmente puedas imaginar la tarántula
sin sentir tensión.
Esta es una técnica especialmente cercana a mí, ya que
de hecho tuve fobia a las arañas y pude liberarme de ella con desensibilización
sistemática. La trabajé tan bien que después de una
sola sesión (tras el escenario original y un entrenamiento de relajación
muscular) pude salir al exterior de casa y coger una de esas arañitas
de patas largas.¡Genial!.
Más allá de estos sencillos ejemplos, el modelado también
se ocupa de comportamientos más complejos. Por ejemplo, uno no se
vuelve un cirujano cerebral por solo adentrarse en un quirófano,
cortar la cabeza de alguien, extirpar exitosamente un tumor y ser remunerado
con una buena cantidad de dinero. Más bien, estás moldeado
sensiblemente por tu ambiente para disfrutar ciertas cosas; ir bien en
la escuela; tomar algunas clases de biología; quizás ver
alguna película de médicos; hacer una visita al hospital;
entrar en la escuela de medicina; ser animado por alguien para que escojas
la neurocirugía como especialidad y demás.
Esto es además
algo que tus padres cuidadosamente harán, como la rata en la caja,
pero mejor, en tanto esto es menos intencionado.
Modificación de conducta
La modificación de conducta (usualmente conocida en inglés
como mod-b) es la técnica terapéutica basada en el trabajo
de Skinner. Es muy directa: extinguir un comportamiento indeseable (a partir
de remover el refuerzo) y sustituirlo por un comportamiento deseable por
un refuerzo.
Ha sido utilizada en toda clase de problemas psicológicos
(adicciones, neurosis, timidez, autismo e incluso esquizofrenia) y es particularmente
útil en niños. Hay ejemplos de psicóticos crónicos
que no se han comunicado con otros durante años y han sido condicionados
a comportarse de manera bastante normal, como comer con tenedor y cuchillo,
vestirse por sí mismos, responsabilizarse de su propia higiene personal
y demás.
Hay una variante de mod-b llamada economía simbólica,
la cual es utilizada con gran frecuencia en instituciones como hospitales
psiquiátricos, hogares juveniles y prisiones.
En éstas se
hacen explícitas ciertas reglas que hay que respetar; si lo son,
los sujetos son premiados con fichas o monedas especiales que son cambiables
por tardes libres fuera de la institución, películas, caramelos,
cigarrillos y demás. Si el comportamiento empobrece, se retiran
estas fichas. Esta técnica ha demostrado ser especialmente útil
para mantener el orden en estas difíciles instituciones.
Un inconveniente de la economía simbólica es el siguiente:
cuando un “interno” de alguna de estas instituciones abandona el centro,
vuelven a un entorno que refuerza el comportamiento que inicialmente le
llevó a entrar en el mismo. La familia del psicótico suele
ser bastante disfuncional. El delincuente juvenil vuelve directamente a
la “boca del lobo”.
Nadie les da fichas por comportarse bien. Los únicos
refuerzos podrían estar dirigidos a mantener la atención
sobre los “acting-out” o alguna gloria de la pandilla al robar en un supermercado.
En otras palabras, ¡el ambiente no encaja muy bien!.
AUTORES:
Sara Rodríguez Roudani
Alba Tadeo Sánchez
No hay comentarios:
Publicar un comentario